Ni Falcon, ni Audi A8 L Security. El presidente del Ejecutivo tiene más recursos que el inspector Gadget y sabe cómo responder a cada urgencia que se le presente. En este caso, y a pesar de que el A8 tiene tracción a las cuatro ruedas, el líder socialista ha tirado de una partida de coches que destinaron a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado hace unos meses para solventar un pequeño contratiempo: la nevada más copiosa de la última década en la capital. El elegido para salir del paso es un Toyota Land Cruiser blindado.