Las mujeres en Irán están obligadas a cubrirse el cuello y la cabeza en el espacio público a partir de los nueve años desde 1983. Los actos de protesta para que el velo sea solo una elección simbolizan una lucha más amplia por los derechos de las mujeres, que se oponen a un Estado que censura sus cuerpos y restringe sus libertades. Pese a la reacción desproporcionada del Gobierno, las iraníes no se rinden, respaldadas por una larga tradición de movilizaciones políticas y sociales.