Es paradójico que la vanguardia de la izquierda en España sea tan amable con la mayor amenaza fascista que ha sufrido Europa desde los años 30, pero si por algo es contradictoria esta postura es por la historia y legado de los comunistas españoles. Durante el s.XX, la izquierda entendió que aprobar el intervencionismo ruso significaba perder la credibilidad de su compromiso con la libertad y la democracia. No se hacía seguidismo a Moscú, como ahora. Dentro del movimiento comunista,los discrepantes pagaron sus puntos de vista incluso con la vida