Entienden que, sin la difícil confluencia lograda, sin el liderazgo de Díaz, el resultado habría sido demoledor para la izquierda. Más, si cabe, tras la debacle en las elecciones autonómicas y municipales, en que Podemos fue expulsado de parlamentos como el de Madrid o Valencia. Compromís acusó el golpe; los comunes perdieron el Ayuntamiento de Barcelona, y Más Madrid retrocedió en el consistorio de la capital, pero creció en la Asamblea. El varapalo fue especialmente grave para los morados. "No conectan con gente de la calle"