"No, las mujeres pedíamos entonces una ley en la que una violación, en la que nunca hay consentimiento, fuese una violación; una ley que nos eximiera a nosotras, las víctimas, de PROBAR el uso de violencia o intimidación en una violación, porque no es posible una violación sin violencia/intimidación. Estos días, he leído alguna defensa del Código Penal anterior basada en las altas penas que recibieron finalmente los acusados. Olvidan estos alegatos que la víctima de La Manada necesitó llegar al Supremo para que sus violadores fueran violadores"