No hay ningún análisis significativo en el artículo de Friedman; literalmente se limita a comparar países que le gustan con animales guays y países que no le gustan con bichos asquerosos. Hamás es una araña. Irán es una "avispa parasitoide", y Líbano, Yemen, Siria e Irak son las orugas en las que pone sus huevos. Netanyahu es un lémur, que salta de un lado a otro en función de las exigencias políticas del momento, ¿y Estados Unidos? Chicos, escuchad esto: Estados Unidos es un león. ¡Roooar!