El neoliberalismo no pide menos Estado, sino todo lo contrario: más Estado. De hecho, las multinacionales, están protegidas de una forma sistemática de un libre mercado por el Estado neoliberal de las subvenciones. Ejemplo, las grandes empresas automovilísticas reciben continuas subvenciones amenazando con la deslocalización a otros países. No solo exige un Estado que le sirva, sino que necesita distintos Estados competidores entre sí. Si no rivalizaran entre sí para ganarse el favor de las multinacionales, no existirían los paraísos fiscales.
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