La vida de Jorge ha dado un giro de 180 grados en el último mes. A principios de julio llegó a España junto a su pareja, huyendo de la violencia xenófoba que había sufrido en Perú, donde había migrado desde Venezuela, y de los efectos secundarios de una medicación para el VIH que le estaba destrozando. A Madrid llegó con esas pastillas, que pese a todo le permitían mantener el virus a raya, pero enseguida se preocupó por averiguar cómo acceder a un tratamiento adecuado para él cuando se le terminaran.
|
etiquetas: madrid , inmigrantes , vih , vías extraoficiales , tratamiento