En Lagar Velho, en el valle de Lapedo, a unos 150 km de Lisboa, fue descubierto en 1998 el esqueleto del bautizado como el niño de Lapedo. De aproximadamente unos 4 años, había sido enterrado en este sitio en Portugal hace unos 29.000 años. Algo extraño en su cuerpo llamó la atención de los arqueólogos que comenzaron a excavar el sitio. "Había algo raro en la anatomía del niño. Cuando expusimos el esqueleto completo vimos que tenía las proporciones corporales de un neandertal".