Las monedas son curvas, una característica que inspiró su nombre en alemán, regenbogenschüsselchen, que se traduce como "tazas de arcoíris", que es como se conoce a este tipo de monedas por su curiosa forma, muy semejante a la de una copa. "En la creencia popular, estas 'copas de arcoíris' aparecían donde un arcoíris tocaba la Tierra".