La relación empática con los padres, especialmente con la madre, tiene una importancia que constantemente reconocemos en la consulta en el origen de muchos y diversos problemas psiquiátricos. El niño nace con un cuaderno emocional y cognitivo en blanco y una urgente necesidad de rellenarlo. Necesita conocer cuál es su lugar en el mundo y aprender cómo conquistarlo pero le faltan todos los datos. El problema ocurre cuando este vínculo falla y no puede ser sustituido eficazmente por otro.

Vivir con depresión es una situación bastante complicada para la persona diagnosticada y para sus familiares. Pero ¿qué hacer cuando se convive con niños y ellos comienzan a cuestionarnos? ¿Cómo explicarles qué es lo que nos pasa?