El cortijo, dedicado desde 2012 a la celebración de bodas y otros eventos, era propiedad de Doña Pakyta, que durante años peleó contra la explotación urbanística en la zona. Empresaria pionera del turismo sostenible e Hija Predilecta de Andalucía, falleció en 2014 a los 103 años. Dos años más tarde, los herederos iniciaron los trámites para convertir el cortijo en un hotel que se situaría en pleno parque natural, lo que puso a los conservacionistas en contra. Con esta autorización y a falta de los permisos municipales, los sobrinos, a través de