Kyler Prescott, un joven transgénero de 14 años, se ha suicidado tras un trato negligente e irresponsable por parte del personal médico de un hospital, que insistía en usar el género femenino para referirse a él mientras éste se encontraba en el área de psiquiatría del Rady Children’s Hospital en San Diego. Kyler se encontraba con un cuadro de depresión y ansiedad cuando fue hospitalizado había intentado previamente acabar con su vida.

En Carolina de Sur más de 500 padres de familia cantan un himno cristiano "Jesús me ama" para silenciar a una madre de familia que defendía a estudiantes trans. La mayoría de los padres de familia tenía intenciones de prohibir el ingreso de estudiantes transgénero a baños y vestidores como no sea los que se correspondan al sexo consignado en el acta de nacimiento, ignorando su identidad de género. A partir del minuto 6:13

Fue agredida e insultada tres veces durante el fin de semana. Sarai tuvo que sufrir burlas e insultos en el mimso punto de Madrid por ser transexual por parte de un grupo de chicos sólo por ser transexual. Dice que al enfrentarse a ellos le golpearon. En la capital son ya 33 las agresiones a mujeres trans en este año.

Un grupo de jóvenes ha golpeado hasta hacer perder la consciencia a una mujer transexual en la madrileña plaza de Lavapiés. La víctima ha sido atendida por los servicios de emergencia, que la han trasladado hasta el hospital, donde ha sido examinada. Presenta contusiones por todo el cuerpo y su pronóstico es leve. Los autores de la agresión han salido huyendo.

De los 1.285 delitos de odio (ataques o agresiones por raza, identidad sexual, orientación sexual, sexo, país de origen, discapacidad), el 39,9% se cometieron por motivos de orientación (a gays, lesbianas y bisexuales) e identidad sexual (a transexuales). El 37% fue por racismo y xenofobia, el 15,5% contra discapacitados, el 4,9% contra creencias y prácticas religiosas, el 1,9% por antisemitismo, y el 0,9% por aporofobia (contra los pobres).

Tras la muerte de un joven de 17 años, que sufrió acoso escolar por su condición de transexual, exige más contundencia en la lucha por los derechos del colectivo. "Es responsabilidad de toda la sociedad evitar situaciones de discriminación, pero los poderes públicos tienen la obligación de garantizar el libre desarrollo de la personalidad en todos los ámbitos, social, familiar y educativo", apunta este colectivo en un comunicado.

Esa invisibilidad educativa es, sin duda, uno de los grandes problemas que ha de afrontar la transexualidad. Como tantas otras realidades, su presencia en nuestras aulas es, en el mejor de los casos, epidérmica y en la mayoría de ellas, inexistente. ¿Cómo se puede educar contra la discriminación y a favor de la integración trans si ni siquiera se aborda en la escuela? ¿Cómo luchar contra el acoso -terrible e implacable- que sufren estos menores en nuestra sociedad y en sus centros escolares si no trabajamos su realidad con nuestros alumnos?

En estudio revela que el 80% de las mujeres transexuales son asesinadas a mediados de sus treinta o más jóvenes. Son comúnmente excluidas de la sociedad, corridas de sus hogares y forzadas a realizar trabajos sexuales. La indigencia, pobreza y depresión, puede llevar a estas personas a la drogadicción o son forzadas a prostituirse. También son más propensas a terminar en la cárcel, o como víctimas de brutalidad policial. Los hombres transexuales también son víctimas, pero más de abandono de sus familias y hogares.

El pasado jueves leímos por primera vez en La Asamblea de Madrid una Declaración Institucional para la Despatologización de la Transexualidad, ya que hasta ahora el Partido Popular siempre lo había hecho imposible. Todo perfecto si no fuera porque asistimos con perplejidad como Cristina Cifuentes pasando por encima de los colectivos transexuales que ya habían registrado su Proposición de Ley el pasado nueve de octubre de la mano del PSOE, Podemos y Ciudadanos; hace caso omiso y registra su propio proyecto de Ley hace tres días, un engendro...

1) Lxs extrañxs no asumen que pueden preguntarme cómo son mis genitales ni cómo mantengo relaciones sexuales. 2) Mi validez como hombre/mujer/humano no se basa en cuánto me he operado o en cómo funciona mi "passing". 3) Cuando mantengo sexo con alguien por primera vez, no tengo que preocuparme por que no sean capaces de enfrentarse a mi cuerpo o por que se planteen su propia orientación sexual. 4) No se me excluye de los eventos que sean explícitamente para "hombres-nacidos-hombre" o para "mujeres-nacidas-mujeres" (posiblemente cualquier cos

200 estudiantes de la Escuela secundaria de Hillsboro, en Missouri, protestaban a las puertas del centro por tener que compartir los vestuarios femeninos con una alumna transexual. Otro claro ejemplo de bullying transfóbico. “Yo no estoy haciendo daño a nadie, es solo que no quiero sentirme segregada por más tiempo”, aclaraba Lila. “No quiero seguir utilizando un baño de género neutro, al que acudo solamente yo. Soy una chica y no debo ser empujada a otro baño”.

Su nueva novia, ¡era un hombre!". Con este sensacionalista titular cargado de transfobia la revista ha recibido un aluvión de críticas muy merecidas en las redes. Jamie Clayton es una actriz transexual que ha ganado recientemente un montón de seguidores tras ser una de las protagonistas de 'Sense8'.

Los obispados de Jaén y Alcalá de Henares consideran que estas personas padecen una 'psicopatología'. Además, aseguran que son 'sexualmente impotentes'. "¿Que yo estoy loco? ¿Pero tú has visto lo que han escrito?", se sorprende Álex Salinas, transexual gaditano de 21 años al que no le dejaron ser padrino de su sobrino la pasada semana por su condición. "Ellos creen que lo hacemos por moda, por capricho. Como si yo un día me levanto y digo: 'Quiero llevar bigote'. Es demencial, quizá sean ellos los que tienen un problema", explica...

Alex siempre se ha sentido hombre. Mejor dicho, siempre ha sido un hombre. Sólo nació con el cuerpo equivocado. Ya de pequeño se recuerda llorando ante la obligación de ponerse un vestido, sacrificio que salvaba -en parte- metiéndose la falda entre las piernas para que pareciese un pantalón. “Esto no, que es para niños”, quizá la frase más traumática de su infancia. La sufrió, por ejemplo, al no poder vestir de marinero para hacer la comunión: un sacramento que contrajo amparado en la fe cristiana, aunque con un traje del que se deshizo...

[...]el personaje de Fátima, una chica transexual, y cuya identidad de género sirvió para generar chascarrillos cargados de transfobia a lo largo de todo el episodio. Entre otros, se trataba a la mujer en masculino a sus espaldas, llamándola “amigo” o “tío”, así como por su antiguo nombre, Pepe, y hablando de ella como una “campana que tiene badajo”. Además, los personajes heterosexuales se sentían atraídos sexualmente por ella, pero la repudiaban con comentarios tránsfobos y cisexistas como “me gustan las “tías, tías”.

Ayer jueves mi gran amiga Cristina (secretaria de Transexualia) y yo salimos a disfrutar del las fiestas del orgullo en Chueca, con la ilusión de divertinos y disfrutar en un ambiente en el que nos sentimos identificadas y en el que creímos estar más seguras e integradas que en ningún otro lugar, rodeada de los nuestros. Ha sido mi primer orgullo como mujer trans ya reasignada. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando fuimos objeto de mofa e incluso insultadas por varios grupos de jóvenes gais que apenas superaban la veintena.

"Es importante que seas tú mismo, porque si no eres tú mismo entonces quién eres"

Rachel Bryk era una desarrolladora de videojuegos de 23 años, conocida por sus aportaciones al proyecto Dolphin y sus desarrollos en Gamecube y Wii. Pero Rachel también era chica transexual que dejó de participar en algunos proyectos a causa de los ataques tránsfobos que recibía. Rachel Bryk además luchaba contra una baja autoestima y dolores crónicos, algo que no pudo soportar puesto que el pasado 23 de abril se quitó la vida saltando del puente George Washington de Nueva York. Justo unos días antes un troll acosador la incitó a saltar de...

El Ministerio del Interior ha hecho público su informe sobre incidentes relacionados con los delitos de odio en España, referido a 2014. Los datos no son tranquilizadores: en 2014 se contabilizaron 1.285 delitos de odio, de los cuales el grupo más numeroso (513, un 39,9% del total) se debieron a orientación sexual o identidad de género. Las cifras son peores que las de 2013 (aunque el Ministerio advierte que ello no significa necesariamente que haya habido más delitos), y se si se tiene en cuenta que en esta materia solo se denuncian una parte

La federación Andalucía Diversidad LGTB considera “preocupante” que la comunidad autónoma lidere por segundo año consecutivo las estadísticas sobre delitos “de odio” en todo el Estado, sobre todo los delitos motivados por la orientación sexual y la identidad de género de las personas. Según datos de Interior, en 2014 se han producido 1.285 ataques motivados por el odio, y de ellos 513 por homofobia o transfobia. Sobresale la provincia gaditana con 115 casos denunciados.

En España, una de cada tres personas transexuales vive en condiciones de precariedad laboral.