Fue médico personal de la reina Isabel la Católica y, más tarde, de su nieto: el emperador Carlos V. De Castro Caldelas (Ourense), donde nació en 1475, el médico judío Antonio López de Guadalupe alcanzó la cúspide de la sociedad europea, convirtiéndose en un famoso cirujano que también se ocupó del papa Adriano VI y cuyos servicios le permitieron acceder a la nobleza y librarse de la amenaza de la Inquisición.

Nacido en la localidad asturiana de Llanes, comenzó su carrera como médico del Hospital Provincial de Oviedo. Durante la época de la República se instalaría en Ponteareas (Galicia) donde regentó una clínica. José Fernández-Vega fue un médico conocido y querido allí, a quien los vecinos recuerdan por tratar dolencias gratuitamente a personas sin recursos. Fue fusilado en el cementerio de San Rafael (Málaga) y su cuerpo permanece en una fosa común.