La sopa es uno de los platos más difíciles de comer decentemente, pero aquí hay unas pocas reglas que puedes seguir para no hacerte pasar una vergüenza.
Primero que nada, no sorbas. Y aunque esté caliente, por nada del mundo le soples a la cuchara.
Finalmente, mueve la cuchara hacia tu boca, no tu boca hacia la cuchara. Es muy desagradable ver a alguien comiendo encima de un tazón de sopa.
Y por supuesto, ¡no levantes el tazón de la mesa y te lo acerques a la cara! No, ni aunque sea para comer con la cuchara.

Todos creemos que lo que hay que hacer es calzar la pata renqueante con un trozo de papel o cartón. Mal. Hay un método mejor si atendemos a las matemáticas: basta con girar la mesa.

“Parece una mesita”. Todos lo hemos dicho, o al menos lo hemos pensado alguna vez.