La policía está investigando si una mujer del centro de Japón fue estafada para que enviara unos 4,4 millones de yenes (30.000 dólares) a una persona que decía ser un astronauta ruso que trabajaba en la Estación Espacial Internacional y necesitaba dinero para volver a la Tierra y casarse con ella.

Tenga, una compañía japonesa dedicada al desarrollo de ayudas para la masturbación, está a punto de romper con un tabú terrestre que al parecer también se ha llevado al espacio. Será la primera en la historia en enviar un cohete con un juguete sexual al espacio y en intentar recuperar su carga. Hasta ahora, se prevé que el dispositivo potencial podría estar equipado con un sistema de vacío que puede eliminar el lubricante y el semen de su superficie. En este aspecto de higiene, el juguete sexual sería similar a los retretes de las naves, que almacenan y eliminan los excrementos sólidos que se depositan en ellos en el espacio antes de desecharlos en la Tierra.

Sí, el titular es correcto. Unos estudiantes japoneses que residen en Bolonia fueron a Venecia a visitar la ciudad sin saber el palo que se les venía encima. Los cuatro jóvenes acudieron a un restaurante cercano a la plaza de San Marcos y al pedir la cuenta se llevaron el susto de sus vidas: 1.143 euros por cuatro filetes y un plato de pescado.

Asuka Kamimura trabaja en Nagasaki usa la calculadora a una velocidad sorprendente y no se equivoca. Los compañeros de trabajo siempre le encargan que calcule cosas. Asuka participa además en las competiciones nacionales de cálculo con calculadora. Se premia al que usa la calculadora más rápido y de forma más precisa.