Se ha convertido en habitual decir que "no hay una solución militar" al conflicto en Siria. Esa afirmación, realizada por funcionarios occidentales, incluyendo el secretario de Estado norteamericano, se utiliza para justificar el énfasis en la diplomacia (el proceso de Ginebra II) y las limitaciones sobre la asistencia a la oposición armada. La guerra de hecho podría tener un desenlace militar, ya a la luz de las tendencias actuales, ese resultado podría ser una victoria del régimen. Las líneas generales de una estrategia...