El más grave de ellos, que comenzó en Folgoso do Courel y se ha extendido al concello vecino de Samos, ya ha quemado más de 250 hectáreas y obligó a la Consellería de Medio Rural a activar la alerta dos por peligro para viviendas en la parroquia de Gundriz, de este segundo municipio. Al mediodía desactivó el aviso. Los otros dos fuegos de envergadura -ambos estabilizados al mediodía- se han declarado en la provincia de Pontevedra, uno en Cercedo-Cotobade y otro en Rodeiro; el primero ha calcinado 50 hectáreas y el segundo 120.

Agentes Ambientales de la Xunta, dependientes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, sorprendieron in fraganti a un hombre cuando prendía fuego en Cangas. Ocurrió en la parroquia de Coiro de este municipio pontevedrés. Una vez detectada esta conducta incendiaria, los hechos fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil, que se desplazó hasta el lugar para tomarle declaración.

Un hombre está siendo investigado por el incendio, que arrasó 50 hectáreas. Es el principal sospechoso del incendio que afectó a Canibelos, en la ciudad, el 18 de julio, y que terminó calcinando más de 50 hectáreas. La investigación dictaminó que el fuego se originó por una toma ilegal de la red eléctrica con un cable que transcurría entre la maleza y varios metros semisoterrado en el suelo. La Policía Autonómica, con el resultado de la investigación, ha enviado las diligencias al juzgado de Instrucción de Guardia de Ourense.

Desde Medio Rural indican que son ya 45 las hectáreas que han sido pasto del fuego. El fuego se declaró a las tres de la madrugada y todo apunta a un incendio provocado, tanto por la hora como en la zona en la que se prendió, de muy difícil acceso. Ya a última hora de la tarde de ayer, en la parroquia de Posmarcos, se declaró otro incendio en la localidad pobrense, que permanecía activo en el momento de iniciarse el foco en A Curota.