En el marco de las actuaciones llevadas a cabo por el Ministerio del Interior y las unidades de lucha antiterrorista, esta mañana ha sido detenida y desarticulada una peligrosa banda dedicada a sembrar el terror. No se ha podido determinar la nacionalidad de los integrantes por hallarse todos indocumentados, los expertos intentan descifrar las etiquetas.
La denuncia de una vecina de Chamberí, que observó actividad extraña en el tendedero del tercer piso, puso a la policía sobre la pista.
Pronto se movilizaron tres unidades de intervención rápida, la brigada antiterrorista y el grupo textil de la Guardia Civil.
Los detenidos se habían movido con sigilo durante años, llevando a cabo su actuación subversiva en hospitales de críos, fiestas de cumpleaños, tenderetes móviles en parques y coladas de los domingos. Contaban con una compleja infraestructura de apoyo compuesta por jipis, payasos, madres ignorantes y cuñados graciosos que les ponían relleno y voz.
En el auto de detención consta que para ejercer su actividad criminal se movían encapuchados, simulaban voces, se pintaban ojos y cejas. El ministro en funciones ha declarado que se trata de sujetos pertenecientes al submundo más radical y extremadamente violentos, que no dudaron en arrojarse al patio, al perder la pinza, acosados por los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Algunos testigos de sus actuaciones informan de su locuacidad y detallan que no era raro verles morderse entre ellos, aunque la policía aún no ha conseguido sacarles ni media palabra, ni siquiera arrancarles la capucha.
La Fiscalía del Estado, la Fiscalía de Menores y la Audiencia Nacional se reunen ahora mismo para iniciar las preceptivas acciones judiciales.
El Portavoz del Gobierno ha declarado que ahora nuestra democracia es más fuerte que nunca y que todos tenemos que estar atentos y unidos para señalar a los elementos que de verdad suponen un peligro para los españoles.