Soy un firme defensor de los impuestos pigouvianos, diseñados para corregir las ineficiencias en el mercado debidas a externalidades negativas no contempladas en los precios base. Sin embargo creo que es importante constatar que adolecen de algunos problemas serios:
- En la teoría, estos impuestos dan cuenta de los costes asociados a las externalidades negativas. En la práctica estos impuestos se suelen definir de forma no paramétrica, y es difícil de creer que realmente se ajusten a tales costes. El concepto en sí no es erróneo, pero hay que reconocer las dificultades a la hora de ponerlo en práctica.
- Siempre, sin excepción, llegan tarde. Solo pueden ayudar a corregir problemas futuros, pero no corrigen ni los daños ni las ineficiencias pasadas. De los dos problemas que menciono, este es el que más me preocupa.
No estoy metido en nada que huela a investigación en economía, pero en las incursiones ocasionales que he hecho, nunca he visto material académico dedicado a la compensación por externalidades negativas pasadas.
Sí que hay material sobre mecanismos de castigo y recompensa para relaciones entre agentes económicos, pero nada sobre como corregir el daño causado a bienes colectivos (como la naturaleza) con un cierto grado de retroactividad.
Respecto a la retroactividad, soy consciente de que puede generar inseguridad jurídica, pero esto debería ser así solo la "primera vez" que se invocara ese principio de reparación. A partir de ese momento, las empresas deberían tener presente ese concepto a la hora de operar, y actuar en consecuencia, sin tener que esperar a que llegue el impuesto pigouviano de turno.
Es más, incluso podrían ser ellas las que propusieran impuestos específicos, al tener información más detallada sobre el impacto de sus operaciones que la que pueda tener cualquier estado; con lo que se ahorrarían sorpresas desagradables.
No estoy proponiendo nada en concreto, porque considero que diseñar un "principio de reparación" que sea eficaz a nivel económico tiene su intríngulis, y también sé que sufriría una oposición feroz. Pero no estaría nada mal que quienes tienen más conocimientos sobre el asunto le dedicaran algo de su tiempo y esfuerzo.
Saludos.