El psicólogo deportivo David Peris afirma que la agresión del delantero se produce en respuesta a lo que el propio futbolista consideraría como una situación de estrés o amenaza. "Volverá a suceder, sobre todo si no se trata", comenta. Thomas Fawcett, psicólogo de la Universidad de Salford, en Inglaterra, ya advirtió de la alta probabilidad de que el charrúa reincidiera en su conducta: "En una situación parecida en el futuro, posiblemente responda de la misma manera"