Tras 200 horas de trabajo y 25.000 euros de inversión, este serbio ha cumplido el sueño de tener su propia “replica” de un Fórmula 1. Kuzmanovic ha tardado dos años, a base de horas durante los fines de semana, en dar vida a este particular "monoplaza-biplaza" y todo ello para poder salir a dar una vuelta con sus amigos moteros ya que una de las principales características de este vehículo es que es legal para conducirlo por carreteras