Un proyecto financiado por el Banco Mundial a través del Kenya Climate Innovation Centre y desarrollado por el Kenya Industrial Research and Development Institute (Kirdi) permite producir biogás a partir de la sangre y otros residuos procedentes de mataderos gestionados por pastores masai en Kenia. Además de producir calor y electricidad para estas instalaciones y hoteles cercanos, el biogás se almacena en bombonas de seis kilos que se distribuyen a otras zonas y satisfacen más necesidades de energía.