El pasado sábado se celebró en la ciudad de Westerlo, en la provincia belga de Amberes, el primer partido de fútbol de la historia entre dos equipos con discapacidad representativos de Holanda y Bélgica. Ambos selecciones enviaron jugadores amputados con una sola pierna y muletas, excepto los porteros, a los que les faltaba un brazo.