El problema es que en el acuerdo no se hablaba de los 54 trabajadores. es decir, de directores, mánager, mecánicos, masajistas, médicos o las empresas con las que tenían contrato, como Orbea y Bioracer. Ese ha sido uno de los mayores obstáculos para seguir adelante con las negociaciones ya que Alonso no quería hacerse cargo de todos esos gastos.