Comencemos por el final: Lionel Messi (como Neymar jr, como Xavi) tiene una sola obsesión en la cabeza: El Mundial de Brasil 2014. Siempre ha llevado muy mal que en Argentina le reprochen constantemente que su implicación es mayor en su club que en su pais y este año las circunstancias le han empujado a pensar en el Mundial como tabla última de salvación desde el infantil enfurruñamiento al que hemos colaborado todos elaborando a su alrededor un muro acústico que preserva a este frágil ser del 'mundo exterior', pero no de sí mismo.