El día que un alto empleado de la agencia de representación de jugadores Bahía llamó a Txiki Begiristain ofreciéndole la posibilidad de que el Manchester City fichara a Jesús Navas, el director deportivo del conjunto inglés tuvo que pellizcarse para comprender que no estaba soñando, que lo que escuchaba al otro lado del teléfono era cierto: “¡¿Navas?! ¿Navas el del Sevilla?”, le respondió sorprendido. Por vez primera en su vida, el día que se sentó a hablar con el de Los Palacios, le puso todas las pegas del mundo.