En el mundo del deporte, hay hombres y mujeres que nacen con un talento especial, con una magia interior que les permiten desarrollar una actividad deportiva al máximo nivel de exigencia sin realizar un esfuerzo. Más allá de los dones, se erige otra clase de deportistas: aquellos que consiguen sus metas con trabajo, con sudor y repeticiones. Y entre esa estirpe destaca un tenista español nacido en Jávea y que decidió centrarse en el tenis cuando probó la dureza de la albañilería, un tal David Ferrer.

Rafa Nadal planifica mejor que el Gobierno. Esto es así. Tras prácticamente un año parado por su lesión, el español ha comenzado este 2013 con un ritmo arrollador, su mejor inicio de temporada. Tres títulos resumen su gran arranque, el último este sábado en Indian Welles. 22º título de Masters 1000, el primer sobre cemento tras de más de 800 días, 600 victorias como profesional… Rafa ha vuelto.