Al parecer, el finés Kimi Raikkonen (Lotus), que ya había arruinado sin querer la clasificación de Alonso el sábado, volvió a ser el protagonista involuntario de la desgracia del asturiano al pinchar con su alerón delantero la rueda del Ferrari, que se convirtió en un vehículo incontrolado y trompeó como hizo el propio Raikkonen en la clasificación.