Es el barcelonista Luis Suárez (Salto, Uruguay, 1987), el depredador más humilde del fútbol mundial, un tipo que se sabe en el lugar adecuado y en el momento oportuno, un futbolista que sonríe cuando se le pregunta si los besos y los abrazos son importantes en el fútbol y que vive su particular 'Carpe diem' como azulgrana.