Buena parte de las ganancias de los partidos amistosos que equipos de todo el mundo contrataron con la selección brasileña podrían haber ido a parar a cuentas de empresas estadounidenses registradas a nombre de Sandro Rosell, presidente del Barcelona, expresidente de la empresa de artículos deportivos Nike, y amigo cercano del expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, según informa el diario 'O Estado de São Paulo'.