Los aficionados del Athletic tienen motivos para estar contentos. Más de tres décadas después vuelven a levantar un título. Y lo hacen después de un enfrentamiento te tú a tú ante un Barcelona tricampeón –de Liga, Copa y Champions- al que le faltó frescura y gol durante los 180 minutos que duró esta Supercopa de España. Aduriz volvió a ser clave para los rojiblancos. El delantero, imprescindible dentro del puzle de Ernesto Valverde, marcó a falta de un cuarto de hora para el final el tanto que vale un título.