Por cada aumento de 1 mg/7 kg/día en la dosis de THC, hubo una pérdida marcada en el volumen testicular bilateral, en promedio disminuyó en un 58%. Se observaron disminuciones significativas de respuesta a la dosis en el nivel medio de testosterona total. En los macacos rhesus, la exposición crónica al THC resultó en una atrofia testicular significativa de respuesta a la dosis, aumento de los niveles de gonadotropina sérica y disminución de los esteroides sexuales séricos, lo que sugiere una atrofia testicular primaria.