Sin saber muy bien cómo, te encuentras en una estación de ferrocarril, donde la máquina de vapor es el sonido que más llama la atención. Es ensordecedor. Todo apunta a que es un tren de mercancías de café, por el olor.
Nada de eso, todo lo anterior es un sueño (o pesadilla). En realidad son las 7.00 y este susurro llega de la cocina y es la cafetera italiana. Mientras el aroma desfila por el pasillo y el resto de la casa, el sol se despereza y ya se puede comenzar el día.