En el último año, decenas de agricultores de cannabis industrial que funcionan bajo total legalidad están sufriendo redadas, encarcelamientos y acusaciones de narcotráfico.

Los detenidos, 17 hombres y dos mujeres, ya han sido puestos a disposición judicial por estos hechos. En todos los casos alegaron que sus plantaciones estaban destinadas al cultivo de cáñamo con fines industriales, habiendo hecho germinar las plantas a partir de semillas certificadas que garantizaban un contenido en THC inferior al 0,2 por ciento, como exige la ley en estos casos. No obstante, los agentes confirmaron numerosas irregularidades en estos cultivos, que no contaban con la autorización expresa de la AEMPS.

Herer era conocido como un activista por la causa pro-cannabis, y su libro, The Emperor Wears No Clothes, lanzó mil gritos de guerra para que Estados Unidos despenalice el cannabis. Como resultado, a menudo se le conoce como el Emperador del cáñamo; En 1937, dos años antes de que naciera Herer, Estados Unidos aprobó la Ley de Impuestos a la Marihuana, que establece un impuesto sobre el uso, producción y venta de cannabis, incluso en aplicaciones industriales. Dos años después de su nacimiento, el USDA lanzó una campaña llamada Hemp for Victory

Mientras los inversores ven un claro negocio en el cannabis, con nuevas marcas y tiendas especializadas que avanzan sin freno, la agricultura valora el cultivo de cáñamo industrial como una manera de reinventarse y levantar el medio rural. Aun así, las dudas generadas por una ausencia de regulación clara de la industria del cannabis provocan que, a pesar de que hay esperanzas puestas en este negocio, la prudencia sea máxima.

La operación más importante ha tenido lugar en Albuñol, donde la Guardia Civil de esa localidad durante una inspección en un invernadero donde supuestamente había cáñamo industrial comprobó que el agricultor había manipulado las 6.221 plantas para conseguir sumidades floridas, los conocidos cogollos de marihuana, sin contar con la autorización de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios.

Se trata de la denominada Operación Bazuma, por la que los dos responsables de la plantación han sido investigados. La Guardia Civil también ha descubierto que la empresa beneficiaria de estas plantas es una empresa rumana que tampoco posee dicho permiso. En el contrato suscrito con los investigados se observa que el precio a pagar sería de hasta 300 euros por kilo de materia vegetal, cuando el precio estipulado por el Ministerio de Industria para estas plantas estaría entre 0,15 y 0,20 euros por kilo.

La Guardia Civil interrogó a las personas que allí había sobre las plantas y estos manifestaron que se trataba de cáñamo industrial. Los agentes las inspeccionaron más detenidamente y comprobaron que tenían sumidades floridas, los cogollos con los que se elabora la marihuana; y además descubrieron 4 kilos de cogollos dentro de la nave. Esta operación se incardina en una operación que a nivel nacional está desarrollando la Guardia Civil contra el cultivo ilegal de marihuana, la operación Miller.

La Guardia Civil ha detenido a un total de seis personas, de edades entre los 31 y 39 años, como autores de un delito contra la salud pública por cultivo o elaboración de sustancias estupefacientes. Además, a los cinco hombres y una mujer, también, se les acusa de un delito de pertenencia a grupo criminal tras la inspección de una finca en Sonseca (Toledo).
En concreto, han incautado 12.000 plantas de marihuana en una finca donde, supuestamente, había una plantación de cáñamo legal. El Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Toledo comenzó la operación el pasado 17 de septiembre, con una inspección en la finca, para comprobar si el cultivo era legal.

Anunciaba su explotación en el polígono industrial Los Palancares por varios canales de comunicación. La Guardia Civil, que ha detenido también a un trabajador, ha decomisado 1.400 plantas de marihuana, 8 kilos de collogos, 5 kilos de picadura y una compleja instalación para el cuidado del cultivo. La nave estaba arrendada por una persona cuya actividad empresarial estaba relacionada con la «explotación agrícola, la compraventa, comercio al por mayor y al por menor, importación y exportación de productos derivados de variedades de cáñamo industrial». Así se anunciaba él mismo en diversos canales de comunicación.

La Guardia Civil interviene la droga en siete fincas de 20 hectáreas de invernadero que no estaban destinadas a fines industriales ni científicos. En los últimos años están proliferando los cultivos de cáñamo en la provincia de Almería, producciones a las que las autoridades realizan un severo seguimiento y labores de inspección. En el marco de estas verificaciones, la Guardia Civil ha intervenido 125.000 plantas de cannabis.

Los ejemplares de cáñamo habían sido manipulados para aumentar su nivel de tetrahidrocannabinol, dando así lugar a la droga. En una de estas inspecciones, la Guardia Civil de Albuñol comprobó que en los dos invernaderos que el investigado poseía en Sorvilán y en Albuñol "había indicios suficientes para creer que no estaba cultivando cáñamo industrial, sino que las plantas habían sido manipuladas". En este marco, los agentes tomaron una muestra de 60 plantas para su análisis y el resto fueron puestas a disposición del Juzgado de Guardia de Motril.

Cinco marcas cosméticas, manejadas por tres empresas, comercializan productos con cannabis no psicoactivo, según la Asociación Ecuatoriana de Empresas de Productos Cosméticos, de Higiene Doméstica y Absorbentes (Procosméticos). Entre los cosméticos a base de cannabis no psicoactivo están: Champú - Acondicionador - Mascarilla capilar - Crema - Serum

Las estimaciones apuntan a un beneficio de unos 10 millones de guaraníes (algo más de 1.400 dólares) por hectárea para los productores. 'Tenemos muchas hectáreas que van a entrar en fase de cosecha, que están en poder de pequeños productores y con eso vamos a tener un producto que tenga algo significativo, un cultivo de renta para la época invernal', agregó.

El cannabis ha llegado para quedarse, las grandes economías mundiales saben del potencial de este producto y son conscientes del enorme negocio que hay detrás de sus derivados, como el CBD. Sephora, Royal DSM, British American Tobacco, Nestlé o Altria, dueña de la marca Marlboro, entre muchas otras compañías, están llegando a grandes acuerdos para aprovechar el creciente interés que están mostrando los consumidores.

Espectro completo, esto significa que contiene todos los fitoquímicos que se encuentran naturalmente en la planta de cáñamo. Estos pueden incluir CBD, THC, terpenos y una variedad de otros cannabinoides. El aceite de CBD de amplio espectro se diferencia del aceite de espectro completo en que no contiene cantidades detectables de THC ya que se elimina casi por completo después del proceso de extracción inicial. Como resultado, el CBD de amplio espectro todavía es capaz de producir el efecto séquito.