Con una temperatura en el día que alcanza un máximo de 4.600 Kelvin, el recién descubierto exoplaneta, denominado KELT-9b, es más caliente que la mayoría de las estrellas y sólo 1.200 Kelvin (más o menos 2.000 grados Fahrenheit) más fresco que nuestro propio sol. De hecho, la radiación ultravioleta de la estrella que orbita es tan brutal que el planeta puede literalmente evaporarse.