La fusión de nuestra galaxia con otra más pequeña llamada Gaia-Enceladus comenzó hace entre 11.600 y 13.200 millones de años, según reflejan las oscilaciones de una brillante estrella. Así lo señala un estudio internacional en el que han participado científicos del CSIC y se han usado datos de las misiones TESS de la NASA y Gaia de la Agencia Espacial Europea.
Aunque Dione (en primer plano) y Enceladus (en segundo plano) están compuestos prácticamente de los mismos materiales, Enceladus tiene una considerablemente mayor reflectividad superficial que Dione. Como resultado, aparece más brillante.