Los investigadores descubrieron que el polvo en el disco circumplanetario puede crear una "zona de seguridad" que evita que la luna caiga en el planeta a medida que el sistema evoluciona.
Un carguero espacial no tripulado Cygnus abandonó este 21 de noviembre la Estación Espacial Internacional, con la misión final de arder para conocer los efectos del fuego en ingravidez.