Aunque la actual atmósfera marciana en sí misma consiste principalmente de dióxido de carbono, es demasiado delgada y fría para soportar el agua líquida, un ingrediente esencial para la vida. En Marte, la presión de la atmósfera es menos del uno por ciento de la presión de la atmósfera de la Tierra. Cualquier agua líquida en la superficie se evaporaría o congelaría muy rápidamente.