Pensamos en la Luna como en un mundo muerto, en ella hace tiempo que se apagaron los volcanes y no parece sufrir los envites de nuestras placas tectónicas que sacuden la superficie de la Tierra. Sin embargo, un equipo de investigadores en el que participa China, Japón y los EE.UU. nos muestra que, al contrario de lo que podríamos pensar, no es un mundo tan inerte como podríamos esperas, sino que posee una capa de material fundido que rodea el núcleo debido a las interacciones gravitacionales con la Tierra.