Los cinco planetas visibles al ojo desnudo agraciarán los cielos con un gratificante espectáculo para aquel dispuesto a madrugar. Esta “alineación” ocurrió desde ayer en el momento en el que Mercurio, que se encuentra en retrógrado en relación a la Tierra, salió de la sombra del Sol, emergiendo del inframundo, como se dice metafóricamente, uniéndose así como “estrella de la mañana” a Saturno, Júpiter, Marte y Venus, formando una configuración de orbes.