Una nueva investigación demuestra que puede asimilarse el comportamiento de las partículas, a nivel cuántico, a bolas de billar que se deslizan por una mesa, y no como los simples borrones probabilísticos que sugiere la interpretación estándar de la mecánica cuántica. Pero hay una pega – los caminos que siguen las partículas no siempre se comportan como se esperaría a partir de unas trayectorias “realistas”, sino que a menudo se comportan de un modo conocido como “surrealista”.