En el centro de cada gran galaxia se esconde un coloso devorador de materia, un agujero negro con la masa de miles de millones de soles, la sola idea de que un sistema solar tenga que enfrentarse a uno de estos titanes aterraría a cualquier civilización, pero la imagen que nos muestra el centro de una galaxia que se encuentra a unos 4.000 millones de años luz de nosotros es tan espantosa que a ningún guionista de ciencia ficción se le habría ocurrido jamás plasmarla en una de sus obras.