A principios de año, unos científicos presentaron evidencias sobre el Noveno Planeta, un planeta con masa semejante a la de Neptuno situado en una órbita elíptica cuya máxima distancia respecto al Sol es diez veces superior a la de Plutón. Desde entonces, los astrónomos se han preguntado sobre cómo pudo acabar este planeta en una órbita tan distante.
En una nueva investigación, se han examinado una serie de mecanismos para ubicación de tal órbita, propuestos por diversos científicos, y se ha llegado a la conclusión de que la mayoría de tales explicaciones tienen bajas probabilidades de ser ciertas. Por tanto, la presencia del Noveno Planeta, o Planeta Nueve, sigue siendo en cierta manera un misterio.