Algunas personas no soportan el ruido de un secador. Ni las multitudes al cruzar un paso de peatones. Otras no te miran a los ojos cuando hablas y ni siquiera te contestan. En ocasiones, el Síndrome de Asperger, tiene manifestaciones tan sutiles que pasan desapercibidas en una sociedad que les ignora y a la que tienen mucho que aportar.