Tras haber requisado un elegante palacete en la localidad francesa de Brunoy (al sureste de París), un grupo de ulanos se acomoda en una de sus estancias y uno de sus integrantes arranca a cantar mientras otro lo acompaña al piano. ¿Pero qué hay de propaganda en esta (aparentemente) inocente escena costumbrista? Tras la invasión de Francia en 1870, empezaron a circular rumores y acusaciones de robos, saqueos y destrucción patrimonial por parte de las hordas de bárbaros venidas del este