La grulla 'Josefina', la primera anillada en Europa a la que los ornitólogos lograron seguirle la pista, ha vuelto desde Finlandia a Los Pedroches a pasar el invierno. Se la ha visto con 'Sara', una 'amiga' de Estonia de 18 años que ha logrado sacar adelante un polluelo. Es la primera vez en varios años que 'Josefina', muy longeva, ha llegado sin descendencia a la península ibérica.

Se trata del hallazgo, en un contexto que ha podido fecharse en el siglo I d.C., de un conjunto de exvotos zoomorfos que representan figuras de caballos y están tallados en piedra caliza local. Según explica José Antonio Morena López, director del Parque Arqueológico de Torreparedones y uno de los directores de las investigaciones, estas piezas rituales deben relacionarse con la presencia de un santuario dedicado a una divinidad protectora del équido, muy importante para la aristocracia íbera como elemento de prestigio.