En 2018, un equipo de arqueólogos hizo un descubrimiento asombroso en la reserva de caza Swaga Swaga en el centro de Tanzania: 52 refugios rocosos previamente indocumentados, pintados deliberadamente como arte rupestre. La intemperie había destruido casi todo menos un puñado de imágenes, de las cuales algunas eran un enigma absoluto.