Bruselas, que busca interceptar y destruir los barcos usados por los traficantes de seres humanos, necesita el aval de las Naciones Unidas, al no poder actuar en aguas territoriales libias ni detener una embarcación con bandera de un país sin un mandato internacional. La misión militar diseñada por la Unión Europea podría estar operativa a fines de junio si hay consenso entre todas las partes. Al menos seis países, entre ellos el Reino Unido, Italia y España, ya han confirmado su participación en las operaciones.