El veterinario llevó a cabo este tipo de maltrato a los gallos en las provincias de Alicante, Almería, Asturias, Cáceres, Cádiz, Cantabria, Castellón, Granada, Huelva, Madrid, Murcia, Palma de Mallorca, Pontevedra, Sevilla, Toledo, Valencia y Zaragoza. En algunas de ellas ni siquiera llegó a estar presente, extendiendo un acta falsa. Además, todos los gallos fueron descrestados y desbarbados cuando tenían un mes, tres e incluso nueve, cuando la legislación marca que solo puede realizarse en menos de 72 horas desde su nacimiento.